Sabes ese momento en el que te pones a pensar que todo volverá a ser como antes: horas y horas hablando, aquellas tonterías que me hacían ser la persona más feliz, sus abrazos, aquella forma de reírse que tantísimo me gustaba, todo. Y te das cuenta, que de una forma u otra, vuestros caminos empiezan a separarse. No puedes hacerte a la idea de ello, no quieres que suceda, pero sí, está sucediendo, ya nada será como antes, nada volverá a ser igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario